domingo, 4 de julio de 2010
vacaciones en la montaña
Tor y yo en aquellas vacaciones en la montaña.
En contacto con la naturaleza a Tor le salió su lado mas salvaje y quizás , añorando a sus ancestros caninos que vivian en libertad , se lanzó a correr campa abajo .
Yo le ví perderse y por un instante experimenté el sentimiento de soledad absoluta . Espere 1 hora , 2 horas y toda la tarde , y en un suspirito se me pasó una semana entera esperando al lado de una piedra gris en forma de nube a que Tor volviese .
Entonces supe que debía regresar y continuar la busqueda de una casa yo sola , mas sola que la chincheta que sujeta el calendario .
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